Día del Niño por Nacer

Bajo un montón de ociosas nubes que cubrían la city porteña, se llevó a cabo ayer el acto a favor de la vida conocido como el “Día del niño por nacer”, frente a la Maternidad Ramón Sarda.

A las 10:55 a.m., la reconocida pastora Martha de Rodríguez, tiró el puntapié inicial: “estamos contentos de auto convocarnos acá, tenemos algo que decir”, esbozó la pastora con una confiada sonrisa quien al momento saludó y dio lugar al Coro Unido de Iglesias Evangélicas; un heterogéneo grupo de voces que estuvieron muy a tono con el lugar y el momento. “Creemos que nos tenemos que pronunciar con nuestras convicciones más que nunca”, continuó la pastora, “en este mismo momento hay al menos 13 ciudades que se están sumando a esto. Desde Salta hasta Ushuaia abrazamos el país. Tenemos un grupo de 350 personas marchando en Puerto Madryn, hay gente haciendo un acto en el hospital Posadas, mesas de concientización por la ciudad y mucho más”. Por varios minutos, la pastora supo impulsar e involucrar a los asistentes, “necesitamos estar en internet, aun los más viejitos, hay que bombardear desde todos lados”.

La concurrida y cortada calle de Esteban de Luca se vistió de manos rojas con un mensaje claro: “yo elijo la vida”, fue el lema que celebraron alrededor de 200 personas de variadas edades y clases sociales. En una mesita redonda se servía café y regalaban folletos con información sobre el aborto, los proyectos de ley y las distintas opciones.

El acto sucedió un varieté de personas, jóvenes y adultos que expresaron diferentes experiencias con un mismo mensaje. Tal vez algo que sobresalió fue el testimonio de una señora de 39 años, llamada Sandra, quien relató en detalle sus presentes vivencias. Resulta que Sandra descubrió que tenía una pelotita, una de esas que cuando uno la descubre, normalmente se siente incómodo. Al mismo tiempo, también se enteró que estaba embarazada de su cuarto gurí. Ante la alegría de otro retoño, pero la amenaza de un cáncer de mama, Sandra, valientemente decidió desobedecer al médico quien le recomendó abortar para poder tratar el susto. “Es mejor tres hijos con una mamá que cuatro huérfanos”, le aconsejó el humanista doctor (seguramente lleno de buenas intenciones). Sandra y su esposo decidieron seguir adelante con el embarazo y hoy está más parturienta y sana que nunca.

Cuando le pregunté por qué se sumaba a esta causa, me contestó: “un problema nunca arregla otro, el aborto no es solución de nada. La vida trae vida y espero que mi vida pueda ser de ánimo para otros”. Fue ahí cuando eligieron tener un tiempo de oración por todas las mujeres en cinta, haciendo pasar de forma simbólica a las embarazadas presentes.

Figuras evangélicas pasaron por la plataforma para orar y apoyar la iniciativa. Los pastores Proietti y Salomone (ACIERA y FECEP, respectivamente) oraron por la nación y nuestros políticos. “Más allá de las buenas intenciones, quisiera que nos basemos en la Palabra de Dios, que es lo que permanece para siempre”, compartió la cabeza de la Asociación Cristiana de las Iglesias Evangélicas.

Para terminar con una “santa cena”, tomó la palabra el pastor Alejandro Rodríguez quien declaró: “No estamos acá para defender una causa religiosa o para demostrar que tenemos razón, estamos acá para dar testimonio de la Verdad. Aquellos científicos, gobernantes y autoridades que quieran someterse a Su palabra, serán bendecidos”.

Pan, jugo y cantos corales de por medio para crear ambiente, mientras el gentío extendía las manos y oraba por la emblemática Maternidad Ramón Sarda donde se despidieron prometiendo involucrarse. Fotos, saludos y manos rojas colorearon el final del acto.

¿Por qué este lugar?, le pregunté al pastor Rodríguez, “como dije, este es un lugar emblemático de la ciudad de Buenos Aires, acá hay vida pero también muerte, porque muchos bebés nacen…pero otros mueren. Hay otros hospitales, aun el Hospital de Niños, pero ésta es nuestra maternidad; acá la gente viene a dar a luz, viene a dar vida. Nuestras expectativas son las de dar testimonio de la Verdad, queremos declarar lo de Dios en medio de toda esta situación”.

Por: Ale Cruz